Fue también deportista, llegó a ser presidente de un club de fútbol (Racing). Jugaba con entusiasmo al frontón, bochas y paleta.
Junto a Albérico Passadore y otros amigos fue fundador del Club Olimpia, facilitaba el uso de la cancha de basketball por un alquiler ínfimo en terrenos que le pertenecía y después su familia donó para el Liceo que lleva su nombre.
Como médico se destacó desde estudiante por su intuición u “olfato clínico”, con aciertos nada fáciles en épocas en que la medicina contaba con poquísimos adelantos.
Fue Presidente-Fundador de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (CONAPROLE). Organizó en varias y sucesivas presidencias la principal industria láctea del país. A través de sus productos pasteurizados salvó a la vida de centenares de niños que morirán de enfermedades intestinales.
Con un grupo de amigos formó la APAC (Asociación de padres de alumnos de colegios católicos) para defender la enseñanza católica de una época de agresivo laicismo contra la escuela privada.
Su granja y cabaña en Rincón del Pino fue también un aporte al progreso del país que tanto amó. Fue también un sembrador de amistad, de alegría y de espíritu de familia entre el personal y el vecindario de Rincón del Pino, haciendo honrar al espíritu salesiano en el que se había educado.
Toda su vida estuvo marcada por ese amor a la Auxiliadora. Un día el mismo dijo a sus hijas: “Yo, a la Auxiliadora no le puedo negar nada”. Y el 8 de Julio de 1960 fue a gozar junto a ella.
Extracto de biografía proporcionado por la familia